Porque la educación financiera no sólo trata de dinero. Trata de personas.

De sus miedos, sus objetivos y sus proyectos de vida. Entre junio y julio tuvimos el placer de compartir varios talleres en República AFAP con herramientas prácticas para ordenar las finanzas personales y gestionar mejor el dinero para tomar decisiones más óptimas a nivel financiero. Porque cuando entendemos de números, dejamos de reaccionar y empezamos a decidir. La educación financiera nos da medios para proyectar y crecer. Nos permite cambiar el «no puedo» por el «¿cómo puedo?». Gracias República AFAP por abrir ese espacio de reflexión, aprendizaje y bienestar para su equipo.